Qué hacer ante... un ahogamiento por asfixia
En nuestra segunda entrega de la serie "Qué hacer ante..." vamos a mostrar algunos consejos prácticos de primeros auxilios en caso de que se presente un ahogamiento por asfixia en algún miembro de los equipos de trabajos en organizaciones y copropiedades.
Hay que tener siempre presente que, los primeros auxilios rápidos en caso de ahogamiento pueden salvar una vida, por ellos es importante aprender a detectar las señales que pueda estar presentando la persona en cuestión. Las vías respiratorias de una persona que se está ahogando pueden estar completa o parcialmente obstruidas. En el primero de los casos, una obstrucción completa es una situación de emergencia y una obstrucción parcial, si no se trata a tiempo, se puede convertir en una situación potencialmente mortal si la persona pierde la capacidad de inhalar y exhalar el suficiente oxígeno, pudiendo presentar daño cerebral permanente en tan sólo 4 minutos.
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Si bien, la señal universal de angustia por causa de ahogamiento es tomarse la garganta con una o ambas manos, en caso de que la persona está tosiendo vigorosamente y sea capaz de hablar NO se deben administrar los primeros auxilios, ya que solo con una tos fuerte es posible desalojar el objeto espontáneamente. A continuación, las principales recomendaciones en caso de observar ahogamientos en alguna persona.
¿Qué hacer cuando alguien se está ahogando?
En niños o adultos
- Pregunte si la persona se está ahogando.
- Si la persona está tosiendo fuertemente y puede respirar, no se interfiere, lo mejor es esperar, y hacer que la persona siga tosiendo.
- Si la persona no puede responder, se debe llamar a emergencias y prepararse para el siguiente paso.
- Posicione sus manos.
- Forme un puño. Rodee a la persona por la espalda y coloque el dedo pulgar hacia el medio del abdomen de la persona (arriba del ombligo y debajo de la punta del tórax).
- Apriete el puño con la mano.
- Dé algunas compresiones abdominales.
- Presione el puño con rápidas compresiones en el abdomen. (5 veces)
- Continúe hasta que la persona expulse el objeto y empiece a respirar o si pierde la conciencia:
- Si no hay nadie todavía:
- Acueste a la persona boca arriba
- Cheque la respiración
- Si no respira
- Comience el rescate respiratorio.
- Extiende la cabeza hacia atrás y levante la barbilla.
- Apriete y cierre la nariz
- Selle sus labios alrededor de la boca.
- Dé 2 exhalaciones completas.
- Si las exhalaciones no van hacia adentro.
- Vuelva a levantar la cabeza e inténtelo de nuevo.
- Mueva la cabeza hacia atrás.
- Cierre la nariz, selle sus labios alrededor de la boca e inténtelo otra vez para dar 2 exhalaciones.
- Si aún no respira continúa al siguiente paso.
- Dé compresiones abdominales (Maniobra de Heimlich).
- Móntese sobre las piernas de la persona
- Ponga la palma de su mano en medio del abdomen, justo arriba del ombligo y debajo de la punta del tórax.
- Ponga la otra mano y las puntas de los dedos hacia la cabeza de la persona.
- Dé de 6 a 10 compresiones rápidas hacia adelante y abajo.
- Barrido del objeto.
- Apriete la lengua contra la quijada.
- Si ve el objeto y realmente puede alcanzarlo, bárralo hacia afuera.
- Si la persona todavía no respira regrese al paso 5.
Maniobra de Heimlich
La maniobra Heimlich es un procedimiento que se usa para ayudar a una persona que se está asfixiando y que está consciente e incapaz de hablar. La maniobra de Heimlich expulsa aire de los pulmones de la persona y le provoca tos. La fuerza de la tos podría entonces sacar el objeto de sus vías respiratorias. Este procedimiento fue inventado en 1974 por el médico estadounidense Henry Heimlich (de ahí su nombre), quien falleció en el 2016 a los 96 años.
Finalmente, dos recomendaciones importantes; nunca tratar de meter la mano en la boca de la persona para sacar el objeto a menos que sea muy visible y nunca utilizar golpes en la espalda en una persona que sólo tiene una obstrucción parcial de las vías respiratorias, porque podría enclavar la obstrucción más profundamente.