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Consecuencias del exceso de trabajo en el organismo

La acumulación de obligaciones laborales provoca exceso de trabajo y hace que nuestro bienestar se vaya desgastando rápidamente.

Para prevenir problemas relacionados con el exceso de trabajo, hay que saber reconocer los avisos que nos manda el cuerpo. A continuación puedes ver cuáles son y de qué manera se expresan en tu organismo.

1. Ansiedad

La ansiedad hace que estemos siempre activados pero que, a la vez, tengamos miedo de pensar en nuestras responsabilidades, por lo cual aplazamos algunas de ellas. Esta procrastinación contribuye a la acumulación de obligaciones.

2. Burnout

El síndrome Burnout es una condición psicológica y física típico de los ambientes laborables exigentes y con poca capacidad para responder a las necesidades de los profesionales. Consiste en una mezcla de despersonalización, crisis por ausencia de expectativas motivadoras, y ansiedad generada por el estancamiento laboral y la monotonía.

Hay que tener en cuenta que el síndrome Burnout no tiene por qué aparecer por un exceso de trabajo, sino que tiene que ver más bien con la repetición y la falta de momentos para darse un respiro y alejarse del contexto laboral. Así, darse un tiempo para reponer energías y aclarar la mente suele ayudar, pero en otros casos es necesario cambiar de ocupación para sentirse bien.

3. Insomnio

Trabajar horas extra se ha relacionado con una menor calidad de sueño. Como consecuencia, la falta de sueño y dormir mal provocarían daños cognitivos y cerebrales, riesgo de males cardíacos, hipertensión y diabetes.

4. Síndrome del túnel carpiano

Es uno de los problemas físicos más comunes entre los trabajadores que utilizan mucho los ordenadores, como los administrativos, los informáticos o los redactores. Aparece cuando el hecho de tener la mano en la misma posición para usar el teclado hace que uno de los nervios de la mano quede presionado a la altura de la muñeca.

5. Dolores lumbares

Al acumularse el trabajo, es mucho menos probable que realicemos las tareas necesarias para trabajar manteniendo unos estándares de bienestar, y tomar descansos para cambiar de postura o estirar las piernas es una de esas opciones.

Sentarnos todo el rato en las dos o tres posiciones que creemos que nos ayudan a producir más rápido daña tanto nuestros músculos como las articulaciones de nuestra columna vertebral. Con el tiempo, contribuye a que adoptemos esa posición encorvada al caminar o al estar de pie.

6. Problemas gástricos

El sistema digestivo es muy sensible a los problemas de estrés y de ansiedad, así que el exceso de trabajo sienta como un mazazo a su funcionamiento. Eso hace que aparezcan gases, diarrea y demás complicaciones. No solo son molestas, sino que afectan de un modo muy claro todo el resto de funciones que tienen lugar en nuestro cuerpo. A fin de cuentas, somos lo que comemos, lo cual incluye el modo en el que asimilamos el alimento.

7. Problemas cardiovasculares

Este problema está relacionado con una mala gestión de la ansiedad, que llega a cronificarse, y con los malos hábitos de dieta y de ejercicio que son consecuencia de la falta de tiempo para ejercitarse y comer sano. La hipertensión es la señal de alarma.

8. Diabetes

Trabajar hasta tarde o llevar un turno nocturno altera el reloj biológico, elevando el riesgo de obesidad y resistencia a la insulina, principales factores de riesgo de la diabetes tipo 2.