Las quemaduras son lesiones en los tejidos del cuerpo causadas, bien sea, por el calor, sustancias químicas, electricidad, el sol o radiación. Las heridas por líquidos calientes y vapor, los incendios en edificios y los líquidos y gases inflamables son las causas más comunes de las quemaduras. Igualmente, otro tipo de quemadura es la causada por inhalación de humo o partículas tóxicas.
Aunque es una información que todos deben tener presentes, las empresas, copropiedades y organizaciones, debido a su labor y estructura suelen presentar casos de quemaduras de forma más frecuente. Es por ello que se deben tener claros los conceptos de la clasificación de las mismas, así como las medidas de primeros auxilios antes de que un profesional se encargue de la atención al paciente (en caso de ser necesario). Una buena implementación de SST promueve la prevención a través de medidas como un mantenimiento preventivo de equipos e instalaciones, así como una correcta señalización de las áreas más proclives a accidentes y una capacitación permanente a los colaboradores.
Clasificaciones de las quemaduras
Las quemaduras se clasifican, como se explicó antes, como de primero, segundo y tercer grado, según la profundidad y la gravedad de la penetración en la superficie de la piel.
Quemaduras de primer grado (superficiales): Estas quemaduras de primer grado afectan únicamente la epidermis, o capa externa de la piel. Se caracteriza por ser una quemadura roja, dolorosa, seca y sin ampollas. Las quemaduras leves del sol son un ejemplo. No suelen dejar un daños a largo plazo al tejido y generalmente consiste de un aumento o disminución del color de la piel.
Quemaduras de segundo grado (espesor parcial): Las quemaduras de segundo grado, ya involucran la epidermis y parte de la capa de la dermis de la piel. El sitio de la quemadura se ve rojo, aparecen ampollas y suele inflamarse y ser muy doloroso.
Quemaduras de tercer grado (espesor total): Estas quemaduras, las de tercer grado, destruyen la epidermis y dermis y pueden dañar el tejido subcutáneo. La quemadura tiende a verse blanca o carbonizada. La zona afectada pierde sensibilidad. Suelen generarse por exposición a altas temperaturas durante cierto período de tiempo, como en caso de incendios o accidentes con sustancias inflamables.
Existe también un cuarto grado, usualmente fuera de la lista. Estas quemaduras dañan los huesos, los músculos y los tendones subyacentes. Se pierde totalmente la sensación en la zona afectada, ya que las terminales nerviosas han sido destruidas.
Las quemaduras, dependiendo de su gravedad, pueden causar hinchazón, ampollas, cicatrices y, en casos más severos, shock e incluso la muerte. Es posible que se generen infecciones, ya que dañan la barrera protectora de la piel.
El tratamiento de las quemaduras depende de la causa, de su profundidad y del tamaño del área del cuerpo afectada. Las cremas con antibióticos son útiles para prevenir o tratar las infecciones. Para quemaduras más graves, es posible que se necesite un tratamiento especial para limpiar la herida, reposo para que el mismo cuerpo pueda reemplazar la piel y asegurarse que el paciente recibe suficiente líquidos y una nutrición adecuada.
Tratamiento de las quemaduras graves
Se recomiendan las siguientes medidas hasta que el personal médica de urgencia atienda al paciente:
- Proteger a la persona que sufrió una quemadura de otros daños. Si es posible hacerlo de manera segura, verificar que la persona a quien se está ayudando no esté en contacto con lo que le provocó la quemadura. En el caso de las quemaduras eléctricas, asegurarse de que la fuente de alimentación esté desconectada antes de acercarse a la persona quemada.
- Revisar que la persona quemada esté respirando. De ser necesario y si se sabe cómo hacerlo, brindar respiración de rescate.
- Quitar alhajas, cinturones y otros elementos restrictivos, en especial, de alrededor de las zonas quemadas y del cuello. Esto, debido a que las zonas que tienen quemaduras se inflaman rápidamente.
- Proteger la zona de la quemadura. Para ello se debe usar una venda fresca y húmeda o un paño limpio.
- No sumergir una quemadura grave y extensa en agua. Esto podría causar una pérdida grave de calor corporal (hipotermia).
- Elevar la zona que presenta quemaduras. En lo posible, elevar la herida por encima del nivel del corazón.
- Prestar, de forma permanente, atención a los signos de choque. Los signos y síntomas comprenden desmayos, palidez o respiración poco profunda muy evidente.
Tratamiento de quemaduras leves
En el caso de quemaduras leves es importante tener en cuenta:
- Enfriar la quemadura. Colocar la zona afectada por la quemadura bajo agua corriente fresca (no fría) o aplica una compresa húmeda y fresca hasta que se alivie el dolor.
- Retirar los anillos u otros artículos ajustados de la zona afectada por la quemadura. Se recomienda hacerlo de forma rápida y cuidadosa, antes de que la zona se hinche.
- No explotar las ampollas. Las ampollas llenas de líquido brindan protección contra las infecciones. Si se revienta una ampolla, es necesario limpiar la zona con agua (también se puede usar un jabón suave de manera opcional). Así como aplicar un ungüento antibiótico. En caso de aparecer un sarpullido, se debe suspender inmediatamente el uso del ungüento.
- Una vez que la quemadura se haya enfriado por completo, se recomienda aplicar una loción que contenga aloe vera o un humectante. Esto ayuda a prevenir la sequedad y brinda alivio.
- Colocar una venda sobre la quemadura. Es importante cubrir la quemadura con una venda de gasa estéril (no de algodón). Esta venda se debe envolver de tal manera que evite ejercer presión sobre la piel quemada. El vendaje evita que la zona entre en contacto con el aire, lo que reduce el dolor y protege la piel ampollada.
- Si es necesario, tomar un analgésico de venta libre, como ibuprofeno, naproxeno sódico (Aleve) o paracetamol/acetaminofén ayudan a recudir el dolor e inflamación.
Fuentes:
NIH: Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales
Standford Children’s Health